lunes, 8 de junio de 2020

Conclusiones

Esperamos les haya servido de mucho este fantástico viaje a través de los clásicos.
Hemos preparado un pequeño vídeo para que lo disfruten: 






Además preparamos una actividad para que puedan divertirse con las referencias de los clásicos:

Recuerden que para acceder a este juego, deben buscar con la frase "hablemos de los clásicos"





Virgilio

(Publio Virgilio Marón, en latín Publius Vergilius Maro; Andes, hoy Pietole y actual Italia, 70 a.C. - Brindisi, id., 19 a.C.) Poeta latino, hijo de padres modestos, Virgilio estudió retórica y lengua y filosofía griegas en Cremona, Milán, Roma y Nápoles.


Si bien no intervino de modo directo en la vida política,  Virgilio disfrutó del apoyo de amigos como Cayo, Mecenas, el poeta de la obra de Horacio e incluso de Octavio (el futuro emperador Augusto); en parte propiciado por el éxito de su primera obra mayor como las Bucólicas en las que desarrolló muchos temas de la tradición pastoril tomados, sobre todo, de los Idilios de Teócrito, aunque introdujo numerosas alusiones a personajes y situaciones de su época.


Hemos preparado una infografía para analizar el Libro V de esta obra:







LA MUERTE DE VIRGILIO

Virgilio inclusive en vida, fue el poeta más celebrado por la propaganda oficial, a la que sirvió su poesía. Por largos siglos perduró su obra como ejemplo de la más alta manera de poesía. Hasta los apologistas cristianos celebraron sus versos. Incluso en los siglos más oscuros de la Edad Media pervivió el recuerdo de su lírica y su épica, y su figura estuvo aureolada de un extraño y legendario prestigio.

 


 

Virgilio revive, como en una patética sinfonía, su condición de creador de una obra que sospecha destinada a la inmortalidad; y que siente él a la vez como inicua, como un vano empeño frente al triunfo de la muerte y a la inhumana devastación de la injusticia, en una sociedad corrompida. Broch se identifica con el poeta latino y de ahí cobra la novela su intensa lucidez.

 

 

¿Por qué quiso Virgilio aniquilar la Eneida, en cuya composición llevaba trabajando más de diez años?.   Una explicación corriente, pero inverosímil, es la de que, insatisfecho de la totalidad de sus versos, como ya no podría pulir como quisiera el poema, para que fuera perfecto, prefería destruirlo a legarlo así, con pequeñas imperfecciones. Pero el grandioso esquema de su arquitectura ya estaba cumplido.  Es mejor acudir a otras hipótesis, no mejor atestiguadas, pero más sugestivas, al menos. Tal vez, imaginamos, al sentir próxima su muerte, Virgilio comprendió que la literatura, para la que había vivido, era una inútil contribución y un sucedáneo estéril de las acciones no emprendidas, y que la gloria post mortem no valía la pena.

 

 

Quizás en la soledad triste de su lecho de agonizante lamentó la lección política de la Eneida, y pensó entonces que la sumisión de Eneas al destino, que la renuncia al amor y a la ventura personal, todo eso que resultaba tan ejemplar en el héroe romano, no debía ser predicado. Tal vez pensó que Eneas no debió renunciar a sus amores con Dido, que todo el programa heroico era una equivocación. 


 

 

La Eneida es una obra que se ilumina al ser leída sobre su trasfondo histórico. No porque, como otros poemas épicos romanos, haya referencias directas en su contenido y temática a un pasado histórico próximo, sino porque en su contenido mítico se refleja una visión determinada del presente en que Virgilio vive bajo la égida de Augusto.  El poema proyecta las intenciones imperiales del César sobre un escenario lejano, para justificarlas y dar a la empresa imperial el halo de un destino eterno, predispuesto por los dioses a través de la actuación de Eneas, el piadoso héroe, obediente a los encargos divinos.

 


 

En el canto VI Eneas desciende al mundo de los muertos como lo hace Ulises en el canto XI del poema homérico.  La originalidad del poema latino se revela claramente en estas alusiones, que sirven para contrastar el carácter del protagonista de la Eneida frente al astuto héroe de la Odisea. Ese doble aspecto de la Eneida: atención a los modelos homéricos como paradigma épico. y una concepción nueva, profética y simbólica del pasado, se advierte más que en ningún otro lugar en este episodio tan famoso de la visita al Hades.


 

 

En el esquema del héroe prototípico de la figura del padre suele quedar borrosa o desconocida como señaló O. Rank., en su célebre estudio comparativo sobre El nacimiento del héroe, Peleo, el padre de Aquiles, o Laertes, el padre de Ulises, son buen ejemplo de esos padres arrinconados de las historias heroicas. Las madres, Tetis y Afrodita, que son diosas, suelen intervenir más activamente en la defensa del héroe. Ulises encuentra en el Hades el fantasma de su madre muerta de añoranza, Eneas, en cambio, es acompañado por su padre en el viaje por los Campos Elíseos. Es sintomática esta relación filial, una pietas que debía ser muy grata a Augusto. La continuidad familiar de la gens, Julia, entronca a Julio César y a su heredero Augusto con su antepasado Eneas. Y éste es, como hijo de Venus, un eslabón entre la divinidad y tan aristocrática estirpe.

 






 

Juvenal

Décimo Junio Juvenal a​ (Aquino, 60-Roma, 128) fue un poeta romano, activo a finales del siglo I y comienzos del siglo II, autor de dieciséis sátiras. Los detalles de la vida del autor son confusos, aunque existen referencias a personas conocidas dentro de su texto. A finales del siglo I y principios del II fijan su terminus post quem (fecha de composición más temprana).


Conforme con el estilo vitriólico de Lucilio, creador del género de la sátira romana, y dentro de una tradición poética que también incluye a Horacio y Persio, Juvenal escribió al menos 16 poemas en hexámetro dactílico abarcando un conjunto enciclopédico de tópicos de todo el mundo romano. Mientras que las Sátiras son una fuente vital para el estudio de la Antigua Roma desde un vasto número de perspectivas, su forma de expresión cómica, hiperbólica hace, como mínimo, problemático el uso de las afirmaciones encontradas en ellos.

Sátiras I, VI, X






Ovidio

Poeta de gran ingenio, agudeza y erudición; junto a Horacio y Virgilio, es uno de los máximos representantes de la literatura clásica latina.

Encontramos su obra Metamorfosis que es un poema en quince libros que narra la historia del mundo desde su creación hasta la deificación de Julio César combinando con libertad mitología e historia.

El primer libro, prácticamente se relaciona con la creación del mundo y del hombre. Estas fábulas tienen mensajes de moral que permite reflexionar y no cometer los mismos errores, además nos muestra el origen de los mitos y el porqué de las cosas.

El Caos convertido en cuatro elementos

El caos era un compuesto de los cuatro elementos, que fueron separados, y puestos cada uno en el lugar que le correspondía. El Fuego fue destinado a la mayor altura: el Aire debajo: luego el Agua, y la Tierra en el centro del universo. Esta fábula se relaciona al génesis de la Biblia.

 


Hay fábulas como la de Júpiter que está enamorado de Europa, esta se encuentra en el libro II con la fábula XI donde Júpiter se convirtió en toro y llevó a Europa sobre el lomo hasta la isla de Creta donde después, tomó la su primera forma y cumplió su deseo. 




El mito de Narciso y Eco se conoce de diversas formas de relatar, pero el más conocido y más elaborado por sus detalles y complejidad es el escrito por Ovidio; este es porque conserva los elementos esenciales como el origen de Narciso, la belleza del mismo, la indagación de su destino. Menciona sobre Tiresias quien había sido mujer y hombre sucesivamente y que existe el objeto imposible de amor.


Eco y el amor por Narciso, la fogosidad de ver su imagen en el agua, el deseo reflejado, imagen del amor inaccesible, su muerte producto de lo que se denomina el narcisismo, la transformación, metamorfosis y el nacimiento de una flor resultado de su muerte. En otra parte, es de suma importancia el que se le muestre la ilusión del “Otro” en dos momentos; el primero es cuando Eco repite sus palabras y rechaza a ese otro materializado en sonido, y el segundo es cuando el agua destella su imagen sin saber que es él mismo, hasta que intenta tocar su doble.

 


Se cree también que, en la imagen de Narciso, se rota el objeto-objeto de su identificación, de su amor, de su realidad e inclusive, el de su deseo de obtener una familia unida y radiante, de demostrar la obtención de logros y triunfos sociales. En la tragedia de Narciso, existe un vaivén en hundirse en su imagen tanto, de su historia fantasiosa del éxito colectivo como morir en ella sin soportar el fracaso inmanejable, trabajando para tejer su camuflaje.

Esta infografía muestra el mito de Narciso y Eco y lo pueden apreciar en el link de la parte inferior.


https://view.genial.ly/5eb756b3dbf4150d7216c3b9/horizontal-infographic-lists-narciso-y-eco

 

Séneca

Lucio Anneo Séneca a​ (Corduba, 4 a. C.-Roma, 65 d. C.), llamado Séneca el Joven para distinguirlo de su padre, fue un filósofo, político, orador y escritor romano conocido por sus obras de carácter moral. Hijo del orador Marco Anneo Séneca, fue cuestor, pretor, senador y cónsul sufecto durante los gobiernos de Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, además de tutor y consejero del emperador Nerón.2​3​

 

Séneca destacó como intelectual y como político. Consumado orador, fue una figura predominante de la política romana durante los reinados de Claudio y Nerón, siendo uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados. Entre los años 54 y 62, durante los primeros años del reinado de su joven pupilo Nerón, Séneca gobernó de facto el Imperio romano junto con Sexto Afranio Burro.4​ Esto le granjeó numerosos enemigos, y se vio obligado a retirarse de la primera línea política en el año 62. Acusado, tal vez falsamente,5​ de participar en la conjura de Pisón contra Nerón, su antiguo alumno lo condenó a muerte, y se suicidó en el año 65.







En estas infografías se pueden apreciar los nueve libros con algunos títulos de sus epístolas, la estructura compositiva y algunas frases que nos hacen reflexionar en cualquier momento de adversidad. Este este es el link para acceder a ellos. 


Horacio

Quinto Horacio Flaco nació en Venusia, hoy conocida como Venosa, Basilicata, el 8 de diciembre de 65 a. C y falleció en Roma, el 27 de noviembre del año 8 d. C. mejor conocido como Horacio, era hijo de un esclavo liberto. Su padre invirtió mucho dinero en la educación de su hijo, a pesar de su pobreza. Lo acompañó a Roma donde inició sus estudios.


A los 20 años de edad, Horacio se trasladó a Atenas para estudiar griego y filosofía en la Academia con Teomnesto, donde tomó contacto por primera vez con el epicureísmo. Tras el asesinato de Julio César, se unió al partido republicano formando parte del ejército que Marco Junio Bruto preparaba en Grecia para oponerse a los triunviros Octavio, Lépido y Marco Antonio, siendo nombrado tribuno militar. El ejército republicano fue derrotado en la doble batalla de Filipos (42 a. C.), de la cual Horacio desertó debido a sus pobres habilidades para la batalla.


Cuando Octavio decretó una amnistía a favor de aquellos que habían luchado en su contra, Horacio volvió a Roma, conociendo entonces la noticia de la muerte de su padre y la confiscación de sus propiedades. Sumido en la pobreza, consiguió trabajo como escribano.


Con el tiempo, Horacio fue ganando el respeto y la admiración de los círculos literarios romanos, al que pertenecían Virgilio y Lucio Vario Rufo, quienes le presentaron a Cayo Mecenas, amigo y consejero de César Augusto, quien le brindó su protección, llegándole a ofrecer un puesto como secretario personal, pero Horacio no aceptó. Mecenas llegó a convertirse en su protector y amigo personal, al punto que le regaló a Horacio una finca en Tiber, donde el poeta se retiró a redactar sus obras.


Épodo II

La lectura del Épodo II de Horacio Beatus o Beatus Ille y la versión poética de Fray Luis León tienen en alguna manera similitud, pero existe contraste entre la forma de estar construida, los metros y el sentido que el lector le da cuando éste lo lee e interpreta. El Épodo II de Horacio es la muestra del elogio a la vida del campo frente a la gran metrópolis, pero también aparece un elemento fundamental como la ironía en los versos finales que se contraponen con la versión poética de Fray Luis León. 




Se establece entonces, los conceptos como el ser y el parecer; en el caso del Épodo II de Horacio el tema central es la mempsimoiría que se basa en la “queja contra el destino” y se enfoca en el usurero Alfio que, aparentemente, iba a cambiar la vida de la ciudad y su avaricia por el campo y la sencillez, pero al final regresa a su vida sin dejar sus tesoros. El concepto del ser, aparece en este épodo porque el usurero es usurero y no dejará de serlo, a pesar que Horacio menciona un mundo ideal en el Beatus Ille. El usurero sigue con su trayecto y no cambia la vida de la ciudad por la del campo.



Fray Luis León da otro sentido a su versión poética, éste se podría decir que se basa en el parecer porque quiso imitar a la autoridad de Menéndez Pelayo e imitó a Horacio pero a su manera y reemplazó los senarios por endecasílabos, y los cuaternarios por heptasílabos; enlazados ambos por rima consonante cruzada. Los dioses están omitidos, se le menciona a “Silvano” en la sexta estrofa. En la estrofa decimoquinta, “las fiestas Terminales” (festis Terminalibus) pasan a ser el día santo o festividad religiosa, omitiéndose toda referencia al dios Término, que comparte con Silvano la protección de los bosques y linderos. En los versos finales, se aprecia que, la construcción de estos versos, no tiene sentido las palabras, tiene falta de coherencia y sentido y son incompletos que lo hacen más complejo.



El parecer es muy claro cuando menciona: ayer puso en sus ditas todas cobro; mas oy ya torna al logro.”; al parecer, el nombre del relator, el usurero “Alfio”, no lo menciona, y en su lugar se hace mención de “un cambio”, es decir un cambista, un prestamista. La “rima falsa” como; cobro y logro, se basa en una estrecha proximidad fonética, es por eso que Fray Luis León toma esta falsa rima para que haya un sentido, pero no tiene coherencia.


De esta manera, el ser y el parecer no concuerdan tanto en el Épodo II de Horacio como en la versión poética de Fray Luis León aunque el uno sea Beatus Ille y el otro Vida Retirada, se parecen, pero no son iguales. Horacio hombre nacido de padre liberto que apreciaba la vida y escribió el Carpediem que menciona a los dioses y referencias de los clásicos y Fray Luis León que fue religioso y trató de imitar a Horacio, pero omite los dioses y fiestas de los clásicos por la vida religiosa. 



Este es el link para navegar en estas infografías.


Plauto

La fecha de nacimiento exacta de Tito Maccio Plauto es incierta, pero se ha calculado en el año 254 A.C. Proviene de Sársina, Umbría. En su juventud se trasladó a Roma, en donde trabajó en varias compañías de teatro y se empleó en un molino.


Mientras era molinero comenzó a escribir sus famosas comedias caracterizadas por su enfoque satírico. Tenían el objetivo principal de divertir y entretener a su público a la par de realizar una crítica sociopolítica.


Cultivó con gran éxito la comedia burlesca, la sátira y la parodia, manejando un lenguaje coloquial con personajes estereotipados e ingeniosas tramas, con el fin de poder llegar a todos los estratos.


Empleó la Fábula Palliata, influenciado por comediógrafos griegos como Filemón y Menandro. La mayor parte de su obra se ha perdido, algunos de sus trabajos conservados más importantes: “Aulularia o Comedia de la Olla”, “Anfitrión”, “La Asinaria”, “El Cartaginés”, “Las Báquides”, “El Mercader”, “El Soldado Fanfarrón”, “Los Menecmos” o “Vidularia o Comedia de la Maleta”.








Referencias actuales

Hemos visto muchas obras demasiado relevantes en la antigüedad y que en la actualidad han conseguido tal impacto que podemos apreciar muchas referencias clásicas en esta época. A continuación hablaremos de algunas obras que hemos visto durante el curso y otras que nos han llamado la atención, no solo por su argumento sino por los motivos, ya que es notorio que estas están entrelazadas con los referentes clásicos sin necesidad de una mención directa. No son necesarias solamente la literatura ya que, como dijimos anteriormente, tenemos una gran variedad de obras y de series televisivas que no son la literatura, pero es otra forma de hacer arte.
  

Xena

Vamos a iniciar con Xena, La Princesa Guerrera porque comparte referentes clásicos y, obviamente se desarrolla en la antigua Grecia, pero también comparte un motivo muy importante que es el viaje.

Apreciamos que los personajes y la estética son acordes a la época, vemos a dioses como Ares, Afrodita, también a titanes y a héroes como Ulises y Hércules, quien tiene su propia serie, pero aparece en varios capítulos de esta producción.


Xena inicia siendo una mercenaria increíblemente poderosa, pero decide cambiar y, para ello,  emprende un viaje para socorrer a las personas que necesiten de su ayuda y poder redimirse de todo lo malo que ha hecho, inclusive al final, decide sacrificar su alma para que las almas de cientos de personas de las cuales ha asesinado, puedan ser liberadas y acceder a una mejor vida.


 
Esta es una serie realmente icónica que su principal funcionalidad es para acercarse a los clásicos, pero no es solo eso, pues somos testigos de los cambios de Xena y llegamos a identificarnos con ella, como si fuera un personaje realmente mítico, por lo que debemos ver más allá y analizar más a profundidad esta obra. 

Fullmetal Alchemist

Fullmetal Alchemist o 鋼の錬金術師 (hagane no renkinjutsushi) es un manga y anime japonés escrito e ilustrado por Hiromu Arakawa. En apariencia esta es una obra muy lejana a la temática de este blog, pero podemos encontrar una relación con los motivos, especialmente, y como es el caso anterior, con el viaje. 


Los protagonistas son los hermanos Elric que viven en un mundo en el que la alquimia es como un superpoder, que solo se puede conseguir siendo un erudito; además, pertenecen a un país con un régimen militar en el que los alquimistas más capaces, se vuelven militares y son usados como armas de destrucción masiva. En la alquimia de este mundo existen leyes inquebrantables, la primera es el intercambio equivalente y la segunda es que es imposible revivir a los muertos.


No hablaré más de la trama para que puedan descubrir esta maravillosa obra por su cuenta, lo que quiero señalar es, en esencia, el viaje de los hermanos Elric para recuperar sus cuerpos. Al hermano menor, Alphonse, se le arrebató todo su cuerpo y al mayor, Edward, su pierna y, posteriormente, sacrificó su brazo para traer el alma de su hermano devuelta y enlazarla a una armadura mediante de un sello de sangre. 


A pesar de que este sacrificio significó un uso ilimitado del poder de la alquimia, el único deseo de los hermanos era el de volver a la normalidad, por lo que emprenden un viaje más metafórico que literal; cuyo propósito era el de adquirir el conocimiento para transmutar sus cuerpos nuevamente. Cabe señalar que mientras transcurre la historia, los hermanos tienen 15 y 14 años respectivamente. 



Realizo una asociación con el tema del viaje debido a que, los hermanos mencionan en repetidas ocasiones que se encuentran de viaje, porque decidieron quemar su hogar con el fin de no tener un lugar al que regresar en el caso de que fracasaran, es así que relaciono esta historia con la Odisea que, a pesar de no haber sido mencionada en este blog, es una de las obras más importantes en la historia de la humanidad. Podemos observar a un Odiseo en Edward y Alphnse Elric, ya que comparten este motivo del viaje como cambio y crecimiento personal. También podemos apreciar al amor filial con los hermanos y hay que destacar que el hermano mayor sacrificó su brazo para traer a su hermano de vuelta a su lado, aunque sea solo su alma, lo cual también puede ser relacionado con el amor filial de Aquiles y Patroclo en la Iliada. 



Además, quiero señalar una escena en específico, en la que el hermano mayor ve como su hermano pequeño sacrifica su alma para que él pudiera recuperar su brazo y continuar peleando; inmediatamente sucede esto con Edward usa la alquimia brutalmente contra el enemigo, ignorando el dolor de sus heridas, debido a la incontenible ira que lo invadió. Podemos relacionar esta escena, nuevamente, con la Ilíada en el momento en que, tras la muerte de Patroclo, Aquiles se vuelve una máquina de matar, al punto que, un río se volvió rojo por la cantidad de sangre que habían vertido en él. En el siguiente link se aprecia el momento exacto en el que esto sucede:
     


Además, también vemos referentes clásicos más evidentes como la mención de Ícaro, a la que hace alusión Edward para referirse a sí mismo como un simple humano que cometió un pecado y a las quimeras, que son mezclas de animales por medio de alquimia, también es posible mezclar animales con humanos. El ejército creaba quimeras con el fin de que sean soldados y un personaje convirtió a su hija en quimera con el propósito de que no le quiten su condición de alquimista estatal. 


Como conclusión, vimos metáforas, motivos y referencias en esta obra extraordinaria y muy digna de verla desde la literatura clásica.



Película de Jasón y los Argonautas

Como su nombre lo dice, esta película habla de la expedición de Jasón. No profundizaremos mucho en esta película ya que puede hablar por si sola, fue estrenada en el año 2000, lamentablemente no ha tenido la acogida de otras como "Troya", por esa razón, les entregamos el link para que disfruten de esta producción.





Flight of Icarous- Iron Maiden 

Pero no solo encontramos en producciones cinematográficas, sino que también podemos encontrar referentes clásicos en la música y en esta ocasión, traemos a Iron Maiden que utiliza la referencia clásica en un fallido vuelo de Ícaro.



Idus de Marzo

A través de una serie de documentos imaginarios, Thornton Wilder recrea la atmósfera de los últimos meses de la República Romana, así como las ambiciones, inquietudes y reflexiones de Julio César y los personajes de su entorno inmediato.


Rumores, sospechas e intrigas recorren la correspondencia personal que mantienen los personajes; directa o indirectamente implicados en los trágicos acontecimientos del año 45 a. C., pero es en el retrato de la personalidad de Julio César donde Los idus de Marzo alcanza todo su esplendor. 




Maduro, escéptico, atrapado en la soledad inherente al cargo que ostenta; inflexible en sus decisiones y a la vez benévolo, Cayo- Julio César- vierte sus anhelos más íntimos y sus inquietudes secretas en un diario-carta dirigido a su amigo Lucio Mamilio en el que, reflexiona sobre el amor, la poesía, la religión, el poder y la libertad, mientras que, por toda la península se propaga un movimiento conspirador que le llevará a enfrentarse a la ineludible fatalidad de su destino. Caesar shall forth”, “César saldrá”. En esa escueta afirmación del propio Julio, esa corta frase de la tragedia de Shakespeare, se concentra todo el dramatismo de la pieza teatral, y también —el gran William era un buen lector de Plutarco— gran parte del carácter del personaje. César, pese a todas las advertencias, divinas y humanas, saldrá de casa, a la hora quinta, y se encaminará al pórtico de Pompeyo, donde estaba convocado el Senado.




Los idus de marzo son horribles signos de la naturaleza que se han adjuntado a las pesadillas de Calpurnia, la mujer de César y los ecos de la conspiración criminal para eliminar al dictador que resuenan como truenos en los foros y las conciencias. Unas aves carroñeras persiguieron a un pájaro reyezuelo hasta la curia y allí lo despedazaron. César se soñó a sí mismo estrechando la mano de Júpiter. Una leona abortó en la calle; hubo resplandores y fuegos en el cielo y las víctimas de los sacrificios carecían de corazón. «Cuídate de los idus de marzo», cuenta Suetonio que le dijo a César el arúspice Espurnia. “Un agorero le anunció aguardarle un gran peligro en el día del mes de marzo —el 15— que los romanos llamaban los idus”, escribe Plutarco. “Beware the ides of March”, repite por dos veces el adivino que interpela a César por la calle en el primer acto de la tragedia shakesperiana. 



Pero llegarán los idus, y César saldrá. ¿Por demostrar que no teme a nada ni a nadie? (“Cowards die many times before their deaths; the valiant never taste of death but once”. “Los cobardes mueren muchas veces; los valientes sólo una”. ¿Por qué está harto de la vida? ¿Por qué endiosado cree que el destino le protege? ¿Por qué sufre una enfermedad incurable y prefiere acabar bajo los puñales de los conspiradores antes que en una lenta agonía en la cama? ¡Quién sabe! El caso es que César saldrá y los asesinos, los historiadores, los novelistas y los poetas tendrán su magnicidio.




Julio César, su nombre provoca un destello de emoción en nuestro espíritu; acaso nos acelera un instante el pulso. «Oh, poderoso César, tan bajo yaces», podemos deplorar con Marco Antonio, visto el panorama. «¿Han sido todas tus conquistas, glorias, triunfos, esperanzas, reducidos a tan pequeña medida?» Otros césares ocupan hoy más espacio en nuestra memoria, sin duda injustamente. Uno de los grandes logros de la fascinante novela de Thornton Wilder, Los idus de Marzo, es precisamente que nos incita a volver al personaje de Julio César, el césar seminal y a retornarlo a su pedestal en nuestros recuerdos. De nuevo con el fiel Antonio podemos exclamar: «Here was a Caesar!, when comes such another?», «¡Aquí está el que fue César!, ¿cuándo habrá otro como él?».



En Los idus de marzo, novela sobre los últimos meses de César, no aparecen paradójicamente los idus de marzo, sino sólo como epílogo y en forma de un muy breve extracto de "Las vidas de los doce Césares" de Suetonio. Concretamente, los cinco párrafos en que se explica el asesinato, el forcejeo con Casca que le propina y hundiéndole la daga por debajo de la garganta (“infra iugulum”); el primer golpe — serán en total, enumera el historiador, 23 puñaladas entre ellas, la que más dolió, la de Bruto (“Et tu Brute”). Ante la imposibilidad de defenderse de los conspiradores que le atacan por todas partes en un remolino vertiginoso y destelleante de acero, César se envuelve la cabeza en la túnica, informa Suetonio, “recogiendo al mismo tiempo los pliegues con la mano izquierda alrededor de los pies para que la parte inferior de su cuerpo quedase decorosamente cubierta en su caída” (“quo honestius caderet etiam inferiore corporis parte velata”). Un detalle conmovedor en el que la verdad parece atravesar, relampagueante como las dagas, cualquier decoración de la historia: agonizando, convertido en un guiñapo de dolor, sajado hasta lo indecible; mientras su sangre asperja la estatua de Pompeyo y forma arroyos carmesí en el suelo de mármol de la curia, César siente pudor. 



Conclusiones

Esperamos les haya servido de mucho este fantástico viaje a través de los clásicos. Hemos preparado un pequeño vídeo para que lo disfruten: ...